Hace 3 años recibí la noticia de que había sido aceptada para realizar un rotatorio en la prestigiosa Unidad de Cirugía Hepatobiliar y Pancreática del Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSKCC) de Nueva York.
En mi afán de superación por alcanzar un mayor conocimiento en la cirugía que realizo habitualmente y con el sacrificio que supone dejar a mi familia atrás varios meses, marché con toda la ilusión y el miedo que una decisión así supone.
Aquellos meses fueron profesionalmente una inspiración para volver a mi trabajo con más ganas que nunca y poder aplicar en mi día a día, todo aquello que había aprendido de la mano de grandes expertos, como el Profesor Jarnagin y el Dr. Di Angelica.
Hoy puedo decir que aquel pequeño-gran sueño de un rotatorio se ha acabado convirtiendo en el inicio de un proyecto en cirugía robótica Hepatobiliar y Pancreática, que ofrece muchas ventajas a los pacientes oncológicos que se ponen en nuestras manos.
De ese modo hemos realizado la primera cirugía robótica de una paciente con metástasis hepáticas de 3 cms en el segmento III, de un cáncer de mama con respuesta parcial tras tratamiento con quimioterapia.
Se realizó una resección hepática de los segmentos II y III, llevada a cabo tras un meticuloso trabajo de más de 4 horas, sin complicaciones inmediatas (hemorragia, fuga biliar, etc…).
La cirugía hepática ha aumentado de forma significativa en los últimos años.
El manejo quirúrgico del hígado a través del robot (Da Vinci) es un proceso innovador muy poco extendido, que requiere un alto grado de especialización ofreciendo una cirugía segura y eficaz, con una inferior tasa de complicaciones, menor dolor postoperatorio y reduciendo la estancia hospitalaria.
Por eso ponemos todo nuestro esfuerzo y conocimiento formándonos en nuevas técnicas y así poder dar una mejor respuesta al paciente.
Gracias a ello y nuestro equipo, la paciente fue dada de alta al segundo día postoperatorio sin incidencias ni dolor.
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